La expansión del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, surgido en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019, avanza de forma inexorable. Alrededor de 1,5 millones de personas de 180 países del mundo han sido ya diagnosticadas de Covid-19 y más de 88.000 han perdido la vida. Pero mientras que en el gigante asiático el virus muestra síntomas de remisión, la pandemia golpea con especial virulencia a Europa y Norteamérica: Estados Unidos, España e Italia son los países con más casos diagnosticados y con la cifra más alta de muertos.

Estados Unidos, con más de 430.000 casos diagnosticados, es el nuevo epicentro, al convertirse en el país del mundo con más positivos identificados. El virus también va infectando a la población de otros países americanos. Canadá es el segundo país de este continente con más positivos, seguido de Brasil, Chile, Ecuador, Perú, México y Panamá. El resto de Estados latinoamericanos registran cada día varias decenas de infectados bajo el constante temor de que el ritmo de nuevos contagios, al igual que Europa, comience a aumentar de forma exponencial.

Mientras tanto, el nuevo coronavirus continúa con su expansión mundial. En Asia preocupa especialmente Irán y Turquía, y en África, los países van contabilizando poco a poco un leve pero continuo aumento de casos. El foco de la pandemia ya no se encuentra en la provincia china de Hubei, donde fue detectado por primera vez a finales de 2019 y donde ya apenas se registran contagios locales, sino que la pandemia ha atravesado las fronteras chinas a un ritmo imparable.

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