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Impera en Padilla Tamaulipas el Nepotismo

Los padillenses cansados de tanta impunidad que impera en su municipio denuncian las arbitrariedades de las que son víctimas por parte del director de Obras públicas del municipio José Manuel Silvestre Ruiz, quien hizo de las calles del pueblo un desastre y de sus parques un muladar.

Cobijado por el manto del presidente de Padilla, Silvestre Ruiz cobra más de 20 mil pesos quincenales por no cumplir con sus responsabilidades, pues las necesidades de infraestructura del pueblo saltan a la vista de todos.

Lo que más indigna a los padillenses es que el señor director de obras públicas tiene la nómina municipal repleta de sus allegados y familiares, en la que resalta su hermano Marco Antonio Silvestre Ruiz, quien se desempeña como director de la Procuraduría de la Defensa del Menor padillense.

Y ahí no termina la lista de “beneficiados” por el director de Obras Publicas y del alcalde de Padilla, pues también figuran nombres como el de su primo Diego Ruiz, quien cobra más de cinco mil pesos y se desempeña como chófer del alcalde, y a Rubén Ruiz, tío del funcionario, quien recibe apoyo económico del gobierno municipal.

Pero los ciudadanos van más allá de las actividades abandonadas y olvidadas por José Manuel Silvestre Ruiz y a su gente que cobra mucho por hacer poco o nada, ya que exigen una explicación de la forma en la que adquirió sus “viviendas”, mejor conocidas como “Las mansiones misteriosas”, pues están seguros de las propiedades cuyo valor rebasa los dos millones de pesos no se pudieron haber comprado con su sueldo de 20 mil pesos, por lo que su adquisición es un “misterioso”.

Dotado con lanchas de lujo, camionetas de reciente modelo e incluso hay quien se atreve a decir que su cochera tiene autos de colección, el aún funcionario pasa sus días en la comodidad de sus hogares, pues tiene más de dos.

Pero toda esta actividad oculta para los ciudadanos lo tienen en la cuerda floja, pues se tambalean sus posibilidades de ocupar la silla presidencial, ya que los padillenses tiene sus ojos puestos en otra figura que no se parece en nada al “gallo” respaldado por las autoridades locales.

La historia de Nuevo Padilla, Tamaulipas puede cambiar; sus servidores públicos serán reemplazados por verdaderos amantes de la ciudad que buscan su bienestar y no su destrucción abusando de los ciudadanos para llenar sus bolsas con el erario público.

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