Once ciudadanos chinos fueron descubiertos en un puerto fronterizo de California mientras trataban de entrar a Estados Unidos escondidos dentro de muebles y electrodomésticos transportados por un camión de mudanzas, reportaron este martes medios locales
EFE –
Agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) encontraron el sábado pasado a los once inmigrantes camuflados dentro de los muebles de un vehículo de carga que trataba de ingresar por el cruce fronterizo de San Ysidro, que comunica a San Diego (California) con Tijuana (México).
De acuerdo al reporte de las autoridades migratorias, el camión fue enviado a una segunda inspección, donde hallaron a los extranjeros hacinados entre los muebles y electrodomésticos.
Imágenes tomadas por los agentes de CBP muestran cómo uno de los migrantes estaba escondido en un cofre de madera y otro dentro de una lavadora.
“Estos son seres humanos que los contrabandistas someten a condiciones inhumanas que podrían tener consecuencias mortales. Afortunadamente, nadie resultó herido de gravedad”, dijo en un comunicado el director de operaciones de CBP en San Diego, Pete Flores.
Un ciudadano estadounidense de 42 años, que manejaba el camión, fue detenido y será procesado por tráfico humano, informaron las autoridades.
Los once asiáticos también fueron arrestados y enviados a un centro de detención de migrantes.
El incidente ocurrió aproximadamente un mes después de que seis ciudadanos chinos intentaran cruzar la frontera dentro de un camión el pasado 7 de noviembre, también por el puerto de San Ysidro.
En este caso los migrantes venían camuflados dentro de las paredes del camión, que fue descubierto por perros adiestrados.
El mes pasado en el sector Del Rio en Texas, otros siete migrantes chinos fueron detenidos mientras intentaban ingresar caminando por el desierto.
Durante el año fiscal 2019, el sector Del Río arrestó a personas de 59 países diferentes.
En los menos de dos meses del año fiscal 2020 en esa zona se han detenido migrantes de 30 países diferentes, según un comunicado del CBP.
Estos casos recuerdan lo ocurrido a finales de octubre en Essex (Inglaterra) donde aparecieron muertos 39 migrantes vietnamitas que pagaron hasta 40.000 dólares a los traficantes de seres humanos en busca de una vida mejor en el Reino Unido.