Reforma
Ciudad de México— La Comisión Reguladora de Energía (CRE) metió reversa a la competencia en la venta de combustibles.
Ayer, el órgano regulador dejó sin efecto un acuerdo vigente desde diciembre de 2018 que impedía a Pemex imponer libremente los precios de venta de primera mano en gasolina y diesel a empresas privadas mayoristas que, a su vez, son su competencia.
Si bien su competencia establece sus propios precios, Pemex estaba sujeta a reglas debido a que posee un poder dominante de mercado, al venir de un modelo monopólico; solo se liberaría hasta que las empresas privadas alcanzaran una participación de 30 por ciento en el mercado.
Según datos de la Secretaría de Energía, al mes de septiembre esa participación era apenas de 8.8 por ciento en gasolinas.
Pero ahora Pemex puede fijar sus precios en niveles menores y con ello desplazar a la competencia.
Al aprobar la medida, los seis integrantes del Pleno de la CRE no argumentaron la resolución, simplemente la aprobaron por unanimidad.
Consultada al respecto, Alejandra Palacios, presidenta de la Comisión Federal de Competencia (Cofece), advirtió de los riesgos que implica esta decisión.
“Implica… que Pemex pueda otorgar descuentos anticompetitivos, que venda abajo de costo y que pierda dinero por esto, que a los privados les sea imposible competir si vende abajo de su costo medio.
“No prejuzgamos, estaremos atentos a las conductas comerciales de Pemex y del desarrollo del mercado”, agregó.
En un estudio publicado en enero, la Cofece ya había afirmado que la aplicación estricta de la regulación era crucial para promover la competencia en el mercado gasolinero.
Incluso, criticó la práctica de Pemex de ofrecer descuentos diferenciados en favor de clientes que se comprometen a comprarle mayores volúmenes por más tiempo, pues no trasladaba el beneficio al consumidor final. Entre los principales compradores mayoristas de Pemex figuran Oxxo Gas, Petroseven e Hidrosina.
Pemex tiene la mayor capacidad de infraestructura para el almacenamiento y transporte de combustibles; por el contrario, los privados tienen aún pocas opciones a su disposición, lo que les impide importar mayores volúmenes, pues se les elevarían sus costos logísticos.