Durante las lluvias bajó un 25 por ciento la afluencia de compradores en el centro.
La desgracia de algunas familias que perdieron pertenencias durante la inundación representa, al mismo tiempo, la reactivación de una parte de la zona peatonal del centro de la ciudad, pues las personas se verán en la necesidad de reponer lavadoras, estufas, colchones, ropa y otros artículos necesarios para su vida cotidiana.
Miguel Ángel Caballero Barajas, líder de los comerciantes del Centro Histórico de esta ciudad, aseguró que la situación es realmente contradictoria, ya que mientras las lluvias afectaron las ventas por tres días, el desastre que dejaron las precipitaciones se ha traducido en un repunte de trabajo para los sectores mencionados.
“La población tiene la necesidad de reponer los artículos que se les afectaron, y esa reposición genera que se activen algunos comercios del Centro Histórico, dependiendo de lo que haya sido, pero generalmente son objetos personales y enseres domésticos”, dijo.
Señaló que los comerciantes del Centro Histórico de Matamoros siguen implementando la opción de “separado”, una modalidad que les ha dado buenos resultados desde que arrancó el programa “Buen Fin” y que seguirán utilizando para facilitar el acceso de los ciudadanos a los artículos de primera necesidad que se les hayan dañado durante las inundaciones.