Los parámetros ya no involucran solo a hombres, sino también a mujeres.
Desde hace aproximadamente siete meses, la Cruz Roja Mexicana en Matamoros detectó un incremento de hasta un 30 por ciento en los casos de violencia doméstica y familiar ocasionada por la ingesta de alcohol y las disputas durante la convivencia.
Francisco Gabriel Ponce Lara, coordinador del área de socorros de la Cruz Roja en esta ciudad, aseguró que son los fines de semana cuando más llamados de auxilio reciben para atender a personas que fueron víctimas de agresión durante reuniones familiares.
“De dos o tres entre semana, atendemos hasta seis en un solo fin de semana. Tenemos casos donde se reporta que hay un lesionado porque un familiar lo empujó y cayó mal sobre su propio peso. También se presentan puñetazos, patadas, golpes con objetos contundentes, ataques con arma blanca y con arma de fuego, y todo ocurre al calor de la discusión tras ingerir alcohol”, dijo.
Explicó que esta situación no solo se presenta en fiestas o reuniones familiares, pues han atendido casos de amas de casa que son víctimas, junto con sus hijos, de maltrato por parte del padre o cónyuge, quien también es presa del alcoholismo o consumidor de sustancias ilícitas.
Señaló que anteriormente los parámetros de atención reflejaban que eran los varones quienes se veían envueltos en riñas o atacaban a sus parejas, pero la ingesta global de bebidas embriagantes pone a la par a las mujeres, quienes también agreden a sus parejas, amigas, hijos y hasta a sus propios familiares.
“Tenemos el caso de una femenina a la que habíamos atendido por lesiones causadas por su pareja; semanas después volvimos al domicilio para atenderla por golpes, pero por desgracia ya no tenía vida. Pero no solo los hombres entran en este problema, también hay varones que prefieren no ser atendidos por la vergüenza de haber sido golpeados por sus esposas o novias, y hay personas mayores que se enfrascan en un pleito con jóvenes, todo a consecuencia de la ingesta descontrolada de alcohol”, expresó.