Cambia el rito de imposición del Miércoles de Ceniza

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*El obispo de la Diócesis de Matamoros daría a conocer acciones en los próximos días.

Por: Ezequiel Castillo.

H. Matamoros, Tam.- Debido a que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos hizo modificaciones en el rito de la imposición de la ceniza, se dio a conocer que el día 15 de enero del año en curso la Diócesis de Matamoros estará dando a conocer las disposiciones en los próximos días.

En entrevista el padre Alan Camargo Alanís, vocero de la diócesis de Matamoros, dio a conocer que estarán esperando las disposiciones del nuevo decreto que emite el Gobierno del Estado de Tamaulipas ante el COVID-19 y la nueva cepa B117, para posteriormente el Obispo Mons. Eugenio Andrés Lira Rurgarcía emita su postura.

“El día de mañana al medio día el obispo estaría dando a conocer información, entonces estamos esperando a que nos entreguen ese documento y teniéndolo lo haremos llegar para ver las nuevas disposiciones, aun no nos dicen nada y aunque es una disposición es el obispo quien tiene que indicarnos para esta región, se esta esperando a ver que dice la cuestión del estado, el vaticano da una indicación, pero depende del semáforo”, comentó.

De acuerdo con lo publicado, en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se realizaría el protocolo de la siguiente manera:

“pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás».

Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada”, se lee en el texto emitido por el vaticano.