En un gran riesgo de salubridad se encuentran los más de 800 migrantes en el campamento instalado a un costado del río Bravo, pues desde hace seis dias los sanitarios fueron cerrados y actualmente no cuentan con agua y el servicio eléctrico les fue removido.
Hoy por la mañana un grupo numeroso de migrantes levantaron la voz y mostraron a medios de comunicación la situación por la que atraviezan y aprovecharon para denunciar el maltrato que sufren en manos del personal del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Ya somos un estorbo para ustedes, para México”, dijo una de las migrantes, mientras explicaba la mala atención, la falta de apoyo que las autoridades tienen con la comunidad migrante.
La energía eléctrica les fue removida por un supuesto cortocircuito que se presentó
en una de las viviendas y que terminó con un incendio en el lugar.
“Nos están tratando mal, pero a nadie hacemos daños”, dijo uno de los migrantes mientras daba a conocer la situación que prevalece en ese lugar.
Para finalizar, mandaron un mensaje a todos aquellos migrantes que iniciaron una marcha hasta la zona fronteriza. “No se detengan, no decaigan, es importante que sigan adelante con sus sueños”.
