Una prueba rápida de coronavirus (COVID-19) concebida por los laboratorios Abbott, promocionada por Donald Trump y utilizada diariamente en la Casa Blanca, arroja entre un tercio y la mitad de resultados negativos falsos, según un estudio preliminar realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU).
La prueba, que produce resultados positivos en 5 minutos y resultados negativos en 13 minutos, se comparó con la de otro aparato más lento, cuya respuesta está al cabo de 45 minutos.
- Los investigadores encontraron que la prueba de Abbott produjo falsos negativos aproximadamente en un tercio de las veces en que el hisopo nasal con la muestra se transportaba en una solución líquida, y el 48% de las veces en que el hisopo estaba seco, que es el método recomendado por la compañía.
Los resultados de la comparación fueron publicados de manera preliminar en el sitio público biorxiv.org, donde miles de investigadores divulgan sus estudios en línea a la espera de que sean evaluados por una revista científica.
El centro médico Langone, en la Universidad de Nueva York, quiso verificar la precisión de la nueva prueba porque ésta aceleraría en gran medida la detección de pacientes positivos que llegan a la sala de emergencias y se sospecha que están infectados con el coronavirus SARS-CoV-2.
La prueba de Abbott, según este estudio comparativo, es relativamente confiable cuando anuncia un resultado positivo. Pero su efectividad parece disminuir rápidamente cuando se reduce la cantidad de virus en la muestra inicial, lo que hace que pierda muchos resultados positivos.
- El 30 de marzo, el propio presidente estadounidense presentó la máquina de Abbott, que pesa alrededor de 3 kilogramos y tiene el tamaño de una tostadora, en la Casa Blanca.