Tras una larga noche de velación, y luego de esperar durante dias la recuperación fallida de Óscar, el pequeño niño chiapaneco de dos años de edad que fue atropellado en las calles sexta y diagonal, sus padre se preparan para llevarlo a su comunidad denominada Rincón San Juan Chamula, ubicado en San Cristóbal de las casas, Chis.
Rodeado por los niños de la comunidad chiapaneca que en su inocencia ven al “bebé que duerme”, el pequeño Óscar y sus padres, Dionisio y María, volverán este día a su estado natal para no volver a pisar tierras tamaulipecas.
En la sala contigua a las oficinas parroquiales de la Iglesia de Guadalupe, que se ubica en la calle tres y solernau, el pequeño féretro Blaco luce cerrado y sus costado, dos velas encendidas para alumbrar el camino de quién fue la alegría de sus padres, quienes al mismo tiempo, son consolados sin éxito por los chiapanecos que los acompañan.
Casi sola luce el salón de actos que hoy funge como funeraria temporal, pero a distancia, los familiares del niño y de sus padres se prepara para comprar el terreno donde descansarán los restos mortales del pequeño Óscar, para lo cual requieren cuando mínimo 20 mil pesos.
Teniendo como lengua madre el Xoxil, esta pareja de padres muy jóvenes tratan de abrirse paso entre los fronterizos y está dificultad de lenjuage les impide una exacta comunicación con los matamorenses que desean solidarizarse con ellos.