Vagan abuelitos por el rio Bravo en busca de alimento

Don José busca trabajo en donde sea para poder alimentarse él y a su esposa que además, padece de sus facultades mentales

Una pareja de abuelitos deambulan diariamente por las márgenes del rio Bravo en busca de comida y latas de aluminio para venderlas y obtener unas pocas monedas que les ayude a comprar el pan para llevar a su casa, hogar que nunca es el mismo, pues habitan en cualquier sitio abandonado.

Desde hace unos ocho meses, la pareja compuesta por el señor José y la señora Juana María pernoctan en una casita abandonada cerca del rio, donde pasan sus días tratando de sobrevivir y vencer al hambre y a las adversidades diarias, pues además de encargarse de alimentar a su familia, don José, que ya rebasa los 60 años debe cuidar de su pareja, quien sufre una enfermedad mental.

Sin hijos para velar por ellos si familia para socorrerlos, los adultos mayores caminan largos tramos en la orilla del rio con la esperanza de toparse con algún ciudadano que les extienda la mano y que les ofrezca alimento, cobijo o trabajo, pues don José “le entra a todo siempre y cuando sean trabajos honrados”.

“Puedo trabajar de lo que sea, sé cuidar ranchos, sé cuidar casas, limpiar solares, cortar árboles, lavar pisos y todo lo que tenga que ver con lo honrado y así sacar dinero para mi esposa y para mí, pues desde que llegamos a Matamoros desde Abasolo, no hemos tenido buena suerte buscando una mejor calidad de vida”, dijo.

Por desgracia, al ser indigentes, los abuelitos no cuentan con una vivienda fija o con un número de teléfono para ser localizados, no obstente esa no es una razón para dejar pasar las oportunidades, pues su base la han hecho en las orillas del rio, e invitan a todos los ciudadanos que deseen apoyarlos a que los busquen sobre la corriente.